Santiago: Centro de estética CELA fue condenada por daños provocados con láser a consumidora
La Justicia condenó al centro de estética Cela al pago de una indemnización de 2 millones 500 mil pesos a una consumidora tras sufrir una quemadura en una ceja por una mala manipulación de un […]
09 de agosto de 2013
La Justicia condenó al centro de estética Cela al pago de una indemnización de 2 millones 500 mil pesos a una consumidora tras sufrir una quemadura en una ceja por una mala manipulación de un láser por parte de una dependienta.
Una consumidora acudió a una de las tantas sesiones de depilación láser que tenía programadas en el Centro Estético láser Alemán (Cela). Sin embargo, esta vez no todo salió como esperaba porque durante la sesión sufrió una quemadura en la mitad de su ceja izquierda.
Tras esta situación y luego de pedir las explicaciones, el centro estético se comprometió a realizar un tratamiento a la afectada, lo cual finalmente no ocurrió de acuerdo a los estándares esperados.
Denuncia y negación de responsabilidad
Debido a ello, la consumidora acudió a SERNAC con el propósito de encontrar alguna compensación por el daño, pero la empresa no dio una respuesta satisfactoria, por lo que el Servicio denunció a Cela ante el 2° Juzgado de Policía Local de Providencia.
En el tribunal, la empresa indicó que se trató de un error de parte de la profesional a cargo del tratamiento pero negó que se haya puesto en riesgo la salud y seguridad de la consumidora.
Tras analizar los antecedentes, el juzgado determinó que la empresa fue negligente al momento de prestar el servicio a la consumidora al pasar a llevar una zona distinta del rostro de la afectada.
Por ello, el tribunal condenó al centro de estética Cela al pago de 2 millones 500 mil de indemnización a la consumidora por los daños provocados. Además la empresa fue sentenciada a pagar una multa de 20 UTM (cerca de 800 mil pesos) por vulnerar la Ley del Consumidor al prestar un servicio negligente.
Empresas deben responder a confianza depositada
Este fallo confirma que los consumidores tienen derecho a recibir un servicio de calidad y seguro. Con mayor razón si se trata de un servicio donde puede estar en juego la salud de los consumidores.
Por su parte, las empresas deben saber responder a esa confianza depositada con profesionalidad, tomando todas las medidas para no arriesgar la salud de los consumidores.
Un servicio seguro y de calidad implica que la empresa cuente con los permisos correspondientes, cumplir las normas de salud, contar personal idóneo, y mantener los implementos en buen estado.
Si algún consumidor sufre daños por el mal trabajo de una empresa, tiene derecho a ser indemnizado por todos los daños, desde el costo de la atención médica, los días que dejó de trabajar, hasta el dolor o las molestias que pudo sufrir.