Paris indemniza a consumidoras por acusarlas injustamente de robo

La Justicia condenó a Paris al pago de una indemnización de 1 millón de pesos a dos consumidoras, quienes fueron acusadas por los guardias se seguridad de haber robado productos de belleza en una farmacia cercana.

El caso

• Las amigas Paula Meza y Ana Manríquez se juntaron en Providencia, con el propósito de vitrinear en las tiendas del sector. Ingresaron a la tienda Paris de Avenida 11 de Septiembre con Lyon alrededor de las 12:30 horas.
• Tras visitar algunos departamentos, las consumidoras se dirigieron a la sección de mujeres con el ánimo de comprarse pantalones. Tras probarse varios modelos, se decidieron.
• Sin embargo, al momento de pasar por la caja se les acercó una guardia de la tienda, quien les pidió que la siguiera. Luego se sumó otro funcionario de seguridad, hecho que fue percibido tanto por el personal de venta como por el resto de los consumidores que estaban en ese momento en el local, lo que le provocó a las afectadas vergüenza, impotencia y humillación.
• Finalmente llegaron al estacionamiento de la tienda, donde se sumó el jefe de seguridad, quien les explicó que habían sido vistas hurtando productos de belleza en un local de una cadena farmacéutica.
• Ante esta grave acusación las afectadas le pidieron pruebas, a lo que el jefe respondió repitiendo la acusación. Tras revisarlas, sin encontrar ningún producto de la tienda, las amigas llamaron a Carabineros. Una vez que el personal policial se retiró, el jefe se seguridad les pidió las disculpas del caso.
• Una hora después las consumidoras regresaron a la tienda a comprar los pantalones que no habían alcanzado a pagar, momento en que nuevamente se les acercó el jefe de seguridad, dándoles las excusas y entregándoles unos chocolates de regalo.
• Sin embargo, las consumidoras ya habían pasado el mal rato, por lo que decidieron hacer la denuncia ante la justicia.

En el tribunal

• Paris se defendió de las acusaciones explicando que el sistema de seguridad de la tienda "tiene la obligación de interrogar a cualquier persona que crea que ha cometido un delito". Agregó que en este caso, las afectadas fueron interrogadas para aclarar si habían tenido participación de un hecho delictual.
• Sin embargo, tras analizar los antecedentes del caso, el tribunal estimó que el interrogatorio al que fueron sometidas las consumidoras atentó contra su dignidad, constituyendo un acto humillante, hecho que aconteció durante una hora de alta concurrencia de público.
• Considerando estos antecedentes, el tribunal condenó a Paris al pago de una indemnización de $500 mil para cada consumidora por las molestias sufridas. Asimismo, le aplicó una multa de 10 U.T.M. (más de $380 mil), por haber infringido la Ley del Consumidor. Este fallo fue ratificado posteriormente por la Corte de Apelaciones de Santiago.
• Esta sentencia confirma que en materia de consumo no todo vale y es la Ley del Consumidor quien establece las reglas del juego y no las empresas. También en relación a las políticas de vigilancia.
• Los responsables de la vigilancia en los establecimientos comerciales tienen la obligación de respetar la dignidad y derechos de las personas, lo que la misma Justicia ha confirmado en varios fallos a favor de los consumidores.
• Los guardias o personal de seguridad no están facultados para registrar ni detener a la persona contra su voluntad. En el caso de la comisión de un delito flagrante debe ponerse de inmediato a disposición de la Policía.
• Asimismo, los guardias deben tener certeza antes de acusar a una persona de robo y contar con las pruebas ya que una afirmación o acción injustificada se convierte inmediatamente en infracción a la Ley del Consumidor que puede ser sancionada. Los consumidores pueden exigir las sanciones e indemnizaciones que correspondan por los daños sufridos en Tribunales.