Ver estrellas... para hacer a la gente bella
El caso de Marta Hermosilla:
09 de julio de 2002
El caso de Marta Hermosilla:
La peluquería suele ser, sobre todo para las mujeres, un edén de relajo y vida social. Pero un cuento distinto puede resultar para quien presta este servicio cuando la normalidad sale de su cauce. Marta Hermosilla tiene un salón de belleza en su casa de la ciudad de Chiguayante. Como lo hace a menudo, un día compró a la empresa Wella Chile, con sede en Concepción, varios productos para su trabajo, firmando para ello varias letras de pago. "Pasó el tiempo, y al año de eso me llegó una cobranza de Wella por una deuda. Luego, me llegaron otras de la empresa de cobranzas Orsan. Llamé inmediatamente a Wella y mandé por fax la copia de las letras pagadas, pero no hicieron nada y siguieron llegando las cuentas. Pasaron como cuatro ó cinco meses y yo insistí llamando diciéndoles que ya había pagado". La señora Marta depositó el diez de enero del año 2000, $29.650 en el Banco de Crédito e Inversiones y el 11 de septiembre del mismo año, $29.647 en el Banco Santiago, con lo que debieron ser canceladas las letras que le estaban reclamando. Pero estos depósitos no fueron contabilizados a favor suyo, sino que traspasados posteriormente como letras morosas a Orsan. "Tuve que recurrir al SERNAC para que me solucionaran el problema, lo que sucedió en sólo 15 días. Wella me devolvió los documentos que acreditaban que las letras estaban canceladas y me enviaron una carta de disculpas". En Wella, un error administrativo había provocado todo el problema, lo cual fue reconocido por la empresa, que, al conocer el reclamo, eliminó la deuda de su base de datos. Así, la señora Marta, a pesar de que en más de un momento se tomó de las mechas por un problema que no se solucionaba, pudo al fin continuar normalmente brindando belleza a su clientela.