Pollo en mal estado
Eran las 10 de la noche cuando don Juan sintió el antojó de comer algo. Así que decidió pasar a un supermercado de Quillota y comprar una pechuga de pollo sellada que le costó $1.784.
11 de abril de 2007
Eran las 10 de la noche cuando don Juan sintió el antojó de comer algo. Así que decidió pasar a un supermercado de Quillota y comprar una pechuga de pollo sellada que le costó $1.784.
{foto2}Entusiasmado llegó a su casa y se dispuso a prepararla, pero cuando sintió el olor, se le quitó rápidamente el apetito. El pollo estaba evidentemente descompuesto.
Al día siguiente volvió al supermercado con la prueba en la mano, pero no lo atendieron argumentando que el encargado estaba en una reunión. Molesto decidió dirigirse entonces al Servicio de Salud de Quillota entregando el producto para su revisión iniciándose así un sumario sanitario por expendio de carne en mal estado.
Finalmente estampó una denuncia civil exigiendo una indemnización por las molestias causadas.
El supermercado desconoció la queja argumentando que siempre cumplían con todas las exigencias sanitarias además de contar con una tecnóloga que fiscalizaba los productos.
No obstante, el tribunal consideró que el establecimiento comercial en este caso infringió el artículo 23 de la Ley del Consumidor ya que al vender el producto actuó con negligencia causando menoscabo al consumidor debido a la mala calidad de éste. Además, el afectado no fue atendido debidamente cuando quiso presentar el reclamo.
Por ello, se determinó una multa de 3 UTM más una indemnización de perjuicios de $15 mil al consumidor.
Este fallo confirma el derecho de los consumidores a un consumo seguro que no amenace su salud y a recibir productos de calidad. Asimismo, refuerza el derecho a recibir las indemnizaciones o reparaciones necesarias en caso de que el proveedor incumpla sus obligaciones, en este caso, la de entregar seguridad.
Las empresas tienen la obligación de ser profesionales en la producción y entrega de sus productos, y por lo tanto deben mantener los más altos estándares de calidad. Esto es especialmente relevante cuando se trata de alimentos, ya que cualquier negligencia puede poner en juego la salud de los consumidores y consumidoras.
Recomendaciones
Si un consumidor detecta una irregularidad en algún alimento (cuerpos extraños, alimentos descompuestos, malas condiciones de higiene en lugares de expendio de comida etc.) lo primero que debe hacer es la denuncia a la autoridad sanitaria competente que tras una investigación determinará los sumarios o sanciones para la empresa, además de entregar las pruebas que pueden apoyar su derecho a exigir las indemnizaciones o compensaciones en el tribunal si corresponden.
La solicitud de indemnización debe ser coherente con el daño efectivamente sufrido. Recuerde que la Ley del Consumidor sanciona las acusaciones temerarias o sin fundamento.
Siempre compre en el comercio establecido para poder ejercer sus derechos.
Links Relacionados:http://www.sernac.cl/docs/texto_ley_del_consumidor.pdf