Santiago: Condenan a CMR Falabella por fraude electrónico que afectó a cliente

Justicia condenó a CMR Falabella al pago de una indemnización de $2 millones a una consumidora por no ofrecer un servicio seguro y efectuar el cobro de un crédito que ella no solicitó.

Una consumidora recibió el estado de cuenta de su tarjeta CMR Falabella y al leer su detalle se enteró de la desagradable noticia: le habían efectuado un avance en efectivo y una transferencia electrónica. Ambas operaciones no fueron autorizadas ni reconocidas por ella.

En el primer caso, a la consumidora le sacaron dinero de su tarjeta de crédito CMR Falabella y se la transfirieron a una cuenta de ahorro bancaria que tenía en otra institución financiera; y desde de esta última le realizaron 4 giros.

La segunda transacción fue similar, pues le transfirieron desde su tarjeta de crédito CMR Falabella hacia una chequera electrónica que ella tenía en el mismo banco, y luego se concretaron una serie de giros.

Finalmente, a la consumidora se le hicieron transacciones por un monto aproximado de 4 millones de pesos, operaciones que se tradujeron en cuotas cargadas a su tarjeta mes a mes, haciéndola responsable del pago de un crédito que en definitiva no solicitó.

Conducta negligente de la empresa

Indignada con esta situación hizo el reclamo en SERNAC pero la empresa se desentendió de su responsabilidad, razón por la que el Servicio interpuso la denuncia ante el 3° Juzgado de Policía Local de Santiago.

Tanto el tribunal como la Corte de Apelaciones de Santiago confirmaron que la conducta de la empresa fue negligente debido a que no ofreció un servicio con estándares de seguridad, por lo que finalmente condenó a CMR Falabella al pago de 2 millones de pesos de indemnización por los perjuicios. Además le aplicó una multa de 50 U.T.M (2 millones de pesos aproximadamente).

Resguardos para evitar fraudes

Para el SERNAC, este fallo confirma que si a un consumidor se le cobran compras realizadas por terceros o por servicios que no contrató, la empresa deberá probar que sus mecanismos fueron seguros y que actuó profesionalmente.

Las empresas tienen la responsabilidad y la obligación de comprobar la identidad de la persona que está solicitando el crédito y tomar todos los resguardos necesarios para evitar fraudes.