Juego de Expectativas
La publicidad en general y especialmente aquella dirigida a los niños, suele ser muy entretenida, con colores atractivos, música pegajosa y un ambiente donde se ve a los pequeños felices usando un producto.
16 de noviembre de 2010
La publicidad en general y especialmente aquella dirigida a los niños, suele ser muy entretenida, con colores atractivos, música pegajosa y un ambiente donde se ve a los pequeños felices usando un producto.
Por lo mismo, para los padres no es fácil explicar que la mayoría de las veces se trata de imágenes creadas, que las figuras de un determinado juguete no se mueven de verdad y que lo más probable es que el peluche no hable.
De hecho, estudios señalan que los niños ven televisión con menos escepticismo que los adultos y, por lo tanto, son particularmente vulnerables a la publicidad. Ante lo cuál, cobra especial relevancia ajustar este juego de expectativas entre lo que muestra un aviso y lo que los niños imaginan.
Un escenario de ajuste es aquel que nos otorga por una parte el código de ética publicitaria existente en Chile y otro es la educación en el consumo que los padres pueden desarrollar con sus hijos.
- Para apoyar esta labor, Sernac ha realizado distintas series educativas que apoyan la tarea de los padres en la enseñanza de los derechos y deberes del consumidor.
- El propósito es que los menores aprendan sobre distintos temas, como por ejemplo que la publicidad es útil para conocer nuevos productos, pero que hay que estar muy atentos a la información que nos entrega, aprendiendo a observar con ojo crítico.
- La recomendación entonces es revisar este tipo de material con los hijos y conversar sobre la exposición publicitaria que ellos tienen en diversos medios como la TV, radio o Internet por ejemplo, para despertar sus sentidos y aprender a diferenciar la fantasía de la realidad.