Si viaja en avión

- Si vuela dentro del país, cotice fijándose en las restricciones del pasaje: la diferencia de precios no se da tanto por la línea, clase o tipo de asiento, sino por las restricciones del boleto.

- La principal de éstas es la anticipación con que hay que hacer la reserva. Usted puede ahorrarse hasta un 65% del precio más caro, siempre y cuando compre el pasaje con un mínimo de siete días de anticipación. Una rebaja del 50% puede ser adquirida hasta dos días antes y la tarifa más cara puede comprarla en el mismo aeropuerto y permite interrumpir y continuar viaje en cualquier punto intermedio.

- Mientras más barata es la tarifa, suele ser mayor la estadía mínima requerida en el lugar de destino.

- Algunas limitaciones responden a necesidades más específicas: posibilidad de cambiar el horario o el nombre del usuario, posibilidad de bajar y volver en algún punto intermedio de la ruta o, en caso de desistir del viaje, obtener la devolución del dinero.

- Si vuela al extranjero, sí hay que fijarse en la línea, clase y tipo de asiento. Con respecto a las líneas, algunas tienen mejor servicio que otras, son más puntuales o más rápidas en el embarque. Generalmente las clases se dividen en económica o turista, ejecutiva y primera clase. La diferencia está en el ancho y calidad de los asientos, el espacio entre éstos, calidad de alimentación y servicios anexos como entretención a bordo.

- Confirme su pasaje con la línea aérea con anticipación, para evitarse la sorpresa de sobreventa. La Ley del Consumidor excluye expresamente de su ámbito de acción esta conducta, por lo que SERNAC no puede intervenir en este caso. Sin embargo, las líneas aéreas generalmente ofrecen cupos en vuelos posteriores e indemnizaciones en caso de gastos derivados de una mayor estadía debido a la sobreventa de pasajes.

- En caso de pérdida o daños de su equipaje, existen normas internacionales y la propia Ley del Consumidor que lo protegen: reclame, es su derecho.